Esta formidable cinta es otro de los tantos gratos ejemplos cinematográficos que el ahora septagenario Clint Eastwood nos presenta con acertada frecuencia. "Gran Torino" fue anunciada por el propio actor como su último film ante las cámaras y ésto generó grandes expectativas en torno a la misma. Lo cierto es que esta cinta -hecha sin pretenciones o alardes- la resumimos como algo bastante bueno, pero no como su última gran película. Posee una fina producción, musicalización y una muy buena adaptación a la pantalla. Importante destacar la impecable actuación de Clint Eastwood quien al parecer, se torna aun mas agudo en sus caracterizaciones a medida que envejece. 
"Gran Torino" nos presenta a Eastwood en la piel de Walt Kowalski, un veterano ex combatiente de la Guerra de Corea quien lleva una vida solitaria y distante de sus hijos. El tiempo ha tornado en terco a Kowalski y se niega a aceptar que los tiempos han cambiado para él en términos radicales. Negándose a ingresar a un asilo decide terminar sus días en su no tan apasible vecindario que para colmo de males está repleto de coreanos.
La jóven actriz debutante Ahney Her encarna a Sue Lor, vecina de Kowalski, quien intenta por todos los medios de persuadirlo a que se integre a actividades sociales en el vecindario. Sue tiene la esperanza de que Kowalski ayude de alguna forma a su familiar Thao (interpretado por el tambien debutante Bee Vang), quien se ve presionado por unos bandoleros primos suyos a robar la mayor posesión del prejuiciado Kowalski: el clásico vehículo modelo 1972 que da título al film.
Thao fracasa en su intento y esto motiva de alguna forma a Kowalski a mostrarle al muchacho el valor de algunas cosas en la vida. El plan da frutos rápidamente y Thao se transforma en un ente responsable y productivo. No osbtante el fantasma de la distorsionada vida de sus primos vuelve a su vida y esta vez agreden brutalmente a Sue.
Indignado por el hecho, Kowalski se prepara para arreglar las cosas. Sabiendo que su juicio es un poco turbado el Padre Janovich, quien frustradamente había intentado convencerlo de llevar una vida mas creyente, intenta persuadirlo, pero ya la desición ha sido tomada. Con firme determinación Kowalski enfrenta a los pandilleros justo en frente de su guarida resultando en una chocante y conmovida conclusión.
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